Marcas y empresas están apostando cada vez más por contenidos más largos y extensos
Internet ha evolucionado – y mucho – en los últimos tiempos y las normas y las recomendaciones sobre cómo llegar a los consumidores lo han hecho con ella. Hace unos años, una de las cosas que se señalaban de forma recurrente cuando se hablaba de cómo actuar en la red era la de que había que escribir contenidos cortos y muy claros. La gente, se decía, no lee nada en internet que tenga más de un par de párrafos. Si te pasas de cierta extensión, has perdido a tus lectores.
Y, aunque sigue existiendo el conocido como snackable content (contenidos fáciles de consumir y por tanto rápidos), lo cierto es que la realidad de la red es cada vez más y más compleja.
Los medios de comunicación online fueron los primeros que vieron cómo estaba cambiando la tendencia. La irrupción de las nuevas pantallas, como los smartphones y sobre todo las tabletas, ha creado una nueva forma de acercarse al texto y ha empezado a permitir una lectura con más calma y de textos más extensos.
Con ello arrancó la época del longform en los medios: contenidos de larga extensión y de además mucha mayor calidad, presentados con una maquetación más atractiva. Para algunos medios, los longform se convirtieron en su seña de identidad. Cuando irrumpieron, hubo quien empezó a hablar de nueva edad dorada del periodismo, en este caso en internet.